JLA: La Nueva Frontera, de Darwyn Cooke



"¿Estamos a la altura de la tarea? ¿Somos dignos del desafío? ¿O debemos sacrificar nuestro futuro a fin de disfrutar del presente?"

Un homenaje a la Edad de Oro y la Edad de Plata del cómic mainstream norteamericano y una de las obras cumbres de uno de los autores más influyentes del siglo XXI.


Darwyn Cooke fue un autor efímero del mundo del cómic. Habiendo debutado en el año 2000, falleció en 2016, pero eso no le impidió crear varias de las obras maestras de varios géneros dentro del cómic mainstream norteamericano, siendo galardonado con numerosos premios a lo largo de toda su carrera. Para muchos seguidores, JLA: La Nueva Frontera, fue su obra maestra, y a continuación te explicamos porqué.


Puntuación:
Puntuación cómic
Publicación en España: ECC Ediciones en diciembre de 2016
Publicación original: DC: The New Frontier #1-6, Justice League: The New Frontier Special, publicado por DC en 2004 y 2008
Autor completo: Darwyn Cooke
Color: Dave Stewart
Género: Bélico, Superhéroes
Formato: Cartoné
Páginas: 520 páginas, Color
Precio: 43,00 euros

Trama



Años 50. Estados Unidos vive una época convulsa en el que los sueños de conquistar el cielo y las consecuencias de la 2ª Guerra Mundial todavía están patentes, mientras está comenzando la Guerra Fría que va a enfrentar a la Unión Soviética y los Estados Unidos en una escala de violencia verbal y paranoica sin precedentes. Los superhéroes que habían estado luchando durante la 2ª Guerra Mundial se han vuelto ilegales, y son considerados vigilantes a los que hay que detener. Pero una nueva oscuridad, desconocida, indómita y misteriosa, está creciendo y amenaza con poner en peligro a toda la humanidad, esto provocará que surja una nueva oleada de héroes, que los antiguos combatientes unan fuerzas para proteger a toda la raza humana, formando una nueva frontera de esperanza e ilusión ante lo desconocido.


Regreso a la Edad de Oro y Edad de Plata del cómic americano


En primer lugar, hay que dejar muy claro que estamos ante una verdadera odisea repleta de referencias a dos de las épocas más importantes del cómic estadounidense, la Edad de Oro y la Edad de Plata. En primer lugar, la Edad de Oro dio comienzo con el primer número de Action Comics, publicado en 1938, y que presentaba por primera vez a Superman. Fue tal el impacto que tuvo que comenzó a ser imitado por el resto de editoriales y comenzó una edad heroica sin precedentes, surgiendo poco después personajes tan interesantes como Batman, Wonder Woman, Capitán América, Catwoman, Flash, Aquaman, Robin, etc., un aluvión de superhéroes, cada cuál más interesante y peculiar, que conformaría un universo riquísimo de series nuevas con la que los niños y no tan niños disfrutaban leyendo sin parar. Pero además de superhéroes, la Edad de Oro también contuvo numerosas historias bélicas y de otros géneros, aprovechando el tirón comercial. El impacto no fue sólo en la industria del cómic sino que se extrapoló a la sociedad. Los cómics sirvieron de propaganda en la Segunda Guerra Mundial, sirviendo de inspiración para las tropas. También para las empresas, sirviendo como modelos de éxito, o en la Educación, sirviendo de modelos a seguir, sobre todo en cuanto a moralidad y ética. Pero la Edad de Oro, como todas las modas, tuvo finalmente un bajón a finales de los años 50. El modelo superheroico clásico había sido explotado y el valor guerrero de los personajes se había ido pasando de moda. No había guerras importantes en las que luchar y algo debía cambiar. Por otro lado, la moda de los cómics basados en el terror y el crimen estaba superando a los héroes, algo que estaba provocando que los niños eligieran estas historias en vez de las de Superman y compañía, hasta que algunos estudios sociológicos comenzaron a interrelacionar el aumento de la violencia juvenil con la lectura de estas historias. Fue entonces cuando en 1954 se crearía el Comics Code Authority, que controlaría el contenido de las nuevas obras, provocando que el género de terror comenzara a descender no sólo en su popularidad sino también sus ventas entre el público infantil y juvenil. Fue por ello que el vacío comenzó a ser recuperado de nuevo por los títulos de superhéroes dando como resultado una nueva época brillante y llena de color, la Edad de Plata. 


La Edad de Plata dio comienzo en 1956, específicamente en el cómic Showcase #4, de Robert Kanigher y Carmine Infantino. Allí aparecía una nueva versión de Flash, Barry Allen, más joven, con un traje nuevo y con villanos nuevos, y poco después aparecería otro nuevo Green Lantern, Hal Jordan, que sustituiría a Alan Scott, tanto en poderes como en su origen, con el anillo de poder llegando desde el espacio profundo y recóndito. Y así, personajes como Adam Strange y versiones nuevas de Hawkman, Atom y otros tantos más, comenzaron a conquistar el universo de DC. Además, en 1961 habría otro hecho importantísimo que provocaría que la Edad de Plata se alargara unos años más: comenzaron a aparecer los héroes de Marvel, convirtiéndose en un motor del superheroísmo al mismo nivel de DC. Autores como Robert Kanigher, Carmine Infantino, Joe Kubert y muchos más reinventaron el aspecto de todo el universo de DC, llenado de frescura a todos los superhéroes y villanos de cada serie.


Pero es que además, cuando la Edad de Plata estaba finalizando las historias bélicas se volvieron a poner de actualidad, creándose series tan legendarias como Sgt. Rock (1959), de Robert Kanigher y Joe Kubert, Los Perdedores (1969), también de Robert Kanigher y Joe Kubert, Blackhawk, Weird War Tales, The Unknow Soldier y otros muchos títulos similares. Finalmente, la Edad de Plata finalizó a principios de la década de los setenta (1970), con muchas concepciones nuevas dentro del género y habiendo sido una época prácticamente tan prolífica como la Edad de Oro, surgiendo héroes eternos que nos siguen acompañando hoy en día.


Muchos superhéroes que fueron claves en el pasado


Y esto es lo que nos ha vuelto a traer Darwyn Cooke en JLA: La Nueva Frontera. Nos retrotrae a la década de los 50 (vamos pasando por diferentes años, 1952, 1957...), con las versiones clásicas de estos superhéroes tanto en la Edad de Oro como en la Edad de Plata, pero no sólo presenta a estos enmascarados sino que rescata a los personajes más importantes provenientes de cómics bélicos que tan de moda se pusieran a finales de los 60 y principios de los 70. Esta unión no hace más que enriquecer un guión que funciona perfectamente, presentando personajes en prácticamente cada uno de los 17 capítulos que contiene la obra, algunos de ellos desconocidos para los lectores más jóvenes, pero que resultan realmente frescos desde la nueva óptica que le imprime Darwyn Cooke, que no cambia demasiado de la concepción original de cada uno sino que, simplemente, hace que interrelacionen de forma perfecta en una única trama. Por ejemplo, poder ver a los Perdedores (The Losers) en su concepción original (no la versión de Vertigo, que posteriormente sería llevada al cine - que está muy bien, pero no son los originales - ), como soldados realizando una misión suicida, no tiene precio. Ver a un Adam Strange original, filosófico y heroico, tampoco. Ver la evolución de Batman en los años 50, con cambio de traje incluido durante La Nueva Frontera, es sencillamente abrumador. La personalidad de Wonder Woman original: feminista, guerrera, radical, fuerte, implacable, heroica... ¡sublime! Cada instante, cada capítulo, cada viñeta, es una homenaje, y así lo hace constar el autor que nos explica, en los extras, todos los detalles escondidos en la gran mayoría de páginas: referencias a portadas míticas, homenajes a personajes casi desconocidos, a autores legendarios, etc. Todo en JLA: La Nueva Frontera tiene un detalle oculto a descubrir.


¿Por qué la Nueva Frontera?


El título hace referencia a los principios de la década de los 60, cuando John F. Kennedy, flamante nuevo Presidente de los Estados Unidos, dio un discurso bastante inspirador en el que estaba motivado a "poner de nuevo en marcha al país y avanzar sin descanso hacía una Nueva Frontera". Quería expandir el ideal americano, crecer con las esperanzas puestas en el futuro. Y más o menos este es el alma de la obra, mostrando las ganas de crecer que tenían aquellos personajes a mediados de los años 50 y principios de los 60. Y la Nueva Frontera a la que hacía referencia Kennedy era la que hubo a mediados del siglo XIX en los Estados Unidos, que separaba el Este, lleno de ciudades y poblados, del Oeste, territorio inexplorado donde iban nuevos colonos a ocupar territorios, a buscar minas de oro y a enfrentarse a indios y mexicanos. La Frontera era una serie de fortificaciones que estaban protegidas por el ejército de los Estados Unidos.


Darwyn Cooke, un genio de la animación y el cómic


Nacido el 16 de noviembre de 1962 en Canadá, Darwyn Cooke falleció demasiado joven, el 14 de mayo de 2016, a los 53 años y con mucho talento que aportar al mundo del cómic todavía. Su irrupción al medio de cómic llegaría en el año 2000, con Batman: Ego, una obra primigenia y que planteaba una forma de ver a Batman y su yo interior de un modo pocas veces vista anteriormente. Ese fue el comienzo prometedor de un artista que todavía tenía mucho que contar pero que hay que recordar que llevaba ya varios años triunfando en la animación, en dos de las mejores series del medio, Batman: The Animated Series y Superman: The Animated Series, donde se encargaba de realizar los storyboards. Allí se enamoró totalmente de un género con el que había coqueteado toda la vida: los superhéroes.

Series  de cómics como Catwoman, donde creó uno de sus trajes más emblemáticos, Solo o Jonah Hex, pudieron disfrutar de su talento, aunque muy pronto, en el año 2004, ya dejó claro que no venía a pasar el rato en la industria del cómic: había creado JLA: La Nueva Frontera. Esta serie limitada de seis números conquistó al público y la crítica, consiguiendo ser galardonado hasta con 4 Premios Eisner en las categorías de mejor serie limitada (2005), mejor diseño de publicación (2007), mejor reimpresión (2007) y mejor colorista (a Dave Stewart, en 2005).


Pero su talento no se vería, ni mucho menos, apagado por el éxito. Regresó a la serie de Catwoman, esta vez en solitario (sin el guión de Ed Brubaker, que le había acompañado en su primera etapa), ganaría otros 2 Premios Eisner a Mejor historia única gracias a Solo #5 (2006) y Batman/The Spirit #1 (2007), y en 2009 comenzaría a trabajar para IDW en uno de sus últimos proyectos creativos, la adaptación a cómics de la serie de novelas de Richard Stark, Parker, del cuál consiguió publicar cinco volúmenes (2009-2013) con los que fue galardonado con otros 7 Premios Eisner en las categorías de Mejor guionista/dibujante (su máximo reconocimiento), Mejor rotulista, Mejor historia corta, Mejor álbum reimpreso y Mejor adaptación de otro trabajo (en tres ocasiones).

Al final, entre entre los 14 Premios Eisner que ganó, los 8 Premios Harvey (tres de ellos gracias a JLA: La Nueva Frontera), los 5 Premios Joe Shuster (Joe Shuster Canadian Comic Book Creator Awards), y otros tantos más, se puede observar claramente que Darwyn Cooke no quiso ser nunca uno más. Quiso mejorar el mundo del cómic, y su estilo cartoon pero serio, profundo pero fácil de leer, se ganó a todo lector que se acercó a cualquiera de sus magníficas obras.


Edición


Esta edición es la ganadora de varios Premios Eisner y Harvey a Mejor reimpresión y mejor edición, así que estamos ante una auténtica joya. No sólo contiene la historia íntegra de JLA: La Nueva Frontera, sino que tiene un especial realizado en 2008 y muchísimos extras en los que Darwyn Cooke nos explica todas las referencias y detalles ocultos de la obra, el proceso creativo de la película animada que se realizó posteriormente, dibujos originales, bocetos, guiones, etc.


En conclusión...


Una maravilla con la que volver a ilusionarte con los héroes de toda la vida, vistos desde una perspectiva adulta pero ingenua, con ganas de creer en los milagros, de creer en la esperanza y creer en los superhéroes. Épica, intrigante, personajes profundos, trágica, honorable, todo lo que representó alguna vez la Edad de Oro (1938-1950) y la Edad de Plata (1956-1970), ha sido introducido en una trama que te cambiará la forma de ver a los héroes de cómic de DC.


Una obra maestra, de principio a fin, que se puede reeler cuantas veces quieras y descubrir numerosas referencias a las épocas más importantes del cómic estadounidense, la Edad de Oro y la Edad de Plata.



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